Ya te decidiste a dar el gran paso de emprender. Comenzar tu propio negocio, dirigir tus acciones y cosechar tu éxito. Y aunque suena muy emocionante y gratificante, al principio habrá mucho más de trabajo duro que de satisfacciones. Esto no debe desanimarte, sino hacerte atesorar mucho más tus logros, porque seguir con la misma fuerza te dará muchos más en el futuro.
Ahora, lo más importante además de mantenerte enfocado y dispuesto, es tener en cuenta los pasos a seguir, elaborar un plan de acción para ponerte en marcha lo más rápido posible, aprovechar el tiempo que tienes, las oportunidades que se te presenten y los recursos. Sería una lástima que por exceso de planeación y falta de ejecución, perdieses oportunidades de negocio o clientes que podrían ser tuyos.
¿Cómo comenzar?
Pues por el principio, dirían algunos. Esos puntos clave que te ayudarán a darle forma a tu emprendimiento. Algunos tal vez solo funcionen para comenzar, mientras que otros tal vez te acompañen a lo largo del crecimiento de tu proyecto.
1.- Ordena tus recursos
¿Con qué recursos cuentas y cómo los vas a distribuir? Bien sea tu propio capital, el de algún inversionista o alguna institución financiera, debes tenerlos cuantificados y hacerte una idea de cómo serán distribuidos en los primeros meses. Para ello, debes:
- Investigar montos y hacer un presupuesto.
- Elaborar tu estructura de costos.
- Recordar que lo más importante es andar, para luego volar. Es decir, esta consciente de que tus ganancias aumentarán gradualmente.
Otro recurso importante a tomar en cuenta es el capital humano, ¿Quiénes serán tus aliados en este proyecto? Evalúa si te conviene trabajar con algún familiar, amigo o si más bien quisieras entrevistar a algunos profesionales que no conozcas. Y por último, evalúa qué tipo de infraestructura es necesaria y cuáles son los procedimientos legales para constituir tu empresa.
2.- Elabora tu plan de negocios
Aunque sea inicial, es importante para que tengas claro el norte de tu proyecto, como un ejercicio de reflexión que aclarará para ti mismo muchísimas dudas. Esas preguntas, aunque no lo creas, serán las que tendrán tus clientes cuando le ofrezcas tus servicios. Por eso te conviene ser un especialista en cada uno de estos detalles, y hacer de tu plan de negocios una herramienta funcional, aunque con el tiempo se transforme. Allí colocarás:
- Objetivos de tu empresa
- Estrategias para obtenerlos
- Estructura organizacional
- Monto de inversión
Concepto, productos o servicios y mercado
3.- Establece Objetivos en el tiempo
Aunque este paso puede o no estar incluido en el plan de negocios, es útil que lo tengas claro en un documento aparte. Fíjate metas y objetivos a corto, mediano y largo plazo. Así tendrás un panorama y plan de acción en el tiempo que hará de tu emprendimiento un proyecto medible, asegurándote de luchar por tus metas y orientando a todos tus colaboradores hacia ello.
4.- Trabaja en tu filosofía y practícala
Es tu propio proyecto, ¡Hazlo parte de tí! Trabaja con la pasión y el gusto que quieres ver trabajar a tus colaboradores o empleados, demuéstrales que estás allí porque crees en tu proyecto y tienes las mejores intenciones para echarlo a andar. Da el ejemplo de la filosofía que quieres aplicar aplicándola. Sobre todo en un equipo pequeño que comienza los logros se alcanzan con mucho trabajo en equipo, ¡Promuévelo y prémialo!
En CajaSullana estamos muy conscientes de que para emprender hace falta intuición financiera, sentido de la oportunidad, organización y método. Pero también sabemos que entre las cosas más importantes son el corazón y el apoyo. Por eso muchos de nuestros productos, como los créditos y planes de ahorro, están orientados a promover el crecimiento de emprendedores, pymes y pequeños empresarios: puros luchadores.
