Cuida tu historial crediticio es importante mantener tus finanzas y vida diaria

Tener gastos y desembolsos importantes de dinero es algo normal que nos sucede a todos. Ya sea para cubrir los gastos de una boda, comprar un terreno, un auto o remodelar la casa, no se suele tener a disposición todo el dinero necesario. Es aquí donde surge la importancia de solicitar un crédito.

Pero no a todos se les otorga, pues hay detalles que pueden hacer ver a una persona como morosa y esto es visible en su historial crediticio.

Un historial crediticio se caracteriza por contener toda la información relevante sobre el comportamiento de una persona cuando solicita y hace uso de un crédito. Por ejemplo, incluye los antecedentes de cada uno de los préstamos que una persona ha solicitado a alguna entidad financiera. Detalla cómo ha administrado sus préstamos, sus tarjetas de crédito, sus créditos personales o hipotecarios, entre otros.

Es importante mantener un buen historial crediticio porque al momento de evaluar u otorgar un crédito, se detalla cómo una persona ha cuidado sus finanzas, para saber si se puede confiar en ella. Nadie sabe cuándo necesitará dinero para imprevistos.

Paga siempre a tiempo para que no te endeudes, pues si llega a suceder y las cifras aumentan, corres el riesgo de que haya una tacha en tu historial crediticio, y menos posibilidades de que más adelante se te autorice un préstamo.

A pesar de que se intente ser puntual en los pagos, si algún día surge un problema y no se llega a la fecha, se recomienda hacerlo lo más pronto posible. Pues, esto también queda registrado y refleja que se puede confiar ti como buen cliente.

Infórmate. Trata de conocer todos los detalles, las cuotas y tasas de interés antes de acceder a algún producto financiero para que no se afecte tu presupuesto mensual.

Finalmente, recuerda que puedes revisar tu calificación crediticia en la página web de la SBS. Solo debes seguir los pasos que te indican al ingresar a la opción ‘Reportes de deudas’.

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Tips para tener el control de tu dinero

Hay ocasiones en las que se vuelve un arduo trabajo alcanzar algunas metas financieras. Entre cuestiones de último minuto, los ahorros se desvanecen. Sin embargo, no entres en pánico. El secreto está en no dejarse llevar y tener un bolsillo preparado para momentos de crisis.

  • Organiza tus propias finanzas, así sea con ayuda de asesorías, toma apuntes y regula tus gastos siempre por debajo de tus ingresos.
  • Identifica los malos hábitos financieros que tienes y destina un porcentaje de tu sueldo al ahorro, pide créditos e invierte en un proyecto a largo plazo.
  • Haz tus compras de manera inteligente y así evitarás gastos innecesarios. No actúes por impulso y lleva a casa lo que realmente necesites.
  • Los créditos pueden ser de mucha ayuda, por lo que no pueden ser desaprovechados. Averigua cuál te conviene, cuándo usarlo y cómo usarlo de la forma más conveniente a la situación en la que te encuentres.
  • Abre una cuenta de ahorros para controlar tus gastos. De manera automática dejarás de gastar las monedas que te sobren y se irán sumando de poco en poco.
  • No evadas los seguros, podrías tener más gastos sin una póliza. Autos, casas o propiedades sin seguros podrían resultar en doble gasto si llegaran a dañarse. No está mal pensar en un seguro para ti mismo y tu familia en tu ausencia.
  • Paga las deudas por más mínimas que sean. Piensa en que cada vez que te endeudas las personas ponen su confianza en ti y si fallas con los pagos, entonces vas a generar desconfianza.

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Plantea tus objetivos para lograr tus metas

La clave para planificar objetivos y que se cumplan es pensar en aquellos que de verdad vas a cumplir, que tienes la certeza y con constancia los puedas cumplir.

Estos consejos no servirán solo para este momento del año, también para cualquier otra situación.

Pregúntate qué es lo que quieres, con sinceridad. Focaliza tu mente y tu interior en lo que es realmente importante para ti. Puede ser el desarrollo profesional, la familia, los amigos, o la educación.
Erramos pensando que nuestros objetivos se deben cumplir porque es lo correcto, pero no lo que queremos con el corazón. Aunque estos objetivos se modifiquen a lo largo del tiempo, pueden ser revisados y modificables si es necesario.

Sé positivo. ¿Piensas en algo y parece que todo te lleva hacia ello? Pasa siempre puesto que el cerebro humano es capaz de centrarse únicamente en todo lo que coincide con tus pensamientos.
Por eso, si planteas tus propósitos en positivo, todo a tu alrededor parecerá ayudarte a concretarlos.

Sé concreto. Los objetivos a los que apuntas deben ser claros y precisos. Si es posible, haz que sean medibles. Esto te permite: estar más enfocado y llevar un seguimiento para concretar tus metas.

Ni tan fácil ni tan ambicioso. Si tus objetivos son muy fáciles, los alcanzarás rápidamente, pero no darás todo de ti. Por otro lado, si son demasiado ambiciosos, posiblemente sean fáciles de abandonar. Ante esto, tus objetivos deben ser de la medida justa, acordes a lo que creas capaz de lograr en tu tiempo prudente y creciendo como persona.

Objetivos que dependan de ti. Si quieres algo, pero también depende que otra persona ponga de su parte, puede ser algo difícil de alcanzar, aunque des lo mejor de ti. Por tanto, que aquello dependa únicamente de ti y así podrás sentirte realizado.

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Inicia el año con el pie derecho: Organiza tus finanzas personales

Empezar un nuevo año implica organización, planificación, el querer tener un buen año satisfactorio y con éxito para tu vida tanto personal como profesional.

En el plano financiero, posiblemente no sepas dónde invertir tu dinero, cómo ahorrar o pagar tus deudas. Si tienes como propósito mejorar tus finanzas personales aquí te dejamos unos consejos:

Ahorra. Para hacer crecer tu dinero destina una cantidad fija cada mes a este rubro y no solo el que va sobrando. Puedes comenzar con un monto pequeño como 30 soles e ir aumentando en el tiempo.

Crea un plan para pagar tus deudas. Comienza el año sin deudas. Mira de cerca las deudas y paga la tasa más alta de interés en tus balances.

Invierte. Toma en cuenta los beneficios que se espera obtener, el riesgo de la inversión y el plazo de la inversión; ya sea de corto, mediano o largo plazo.

Define objetivos. Si no sabes para qué ahorras, será difícil que lo hagas. Escribe tus metas, puedes modificarlas a lo largo del tiempo, pero al estar fijas guiarás tus finanzas de una mejor manera.

Crea un presupuesto simple. Este presupuesto debe seguir los objetivos que te hayas propuesto.

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